La memoria social como construcción colectiva del presente
No podemos recuperar un pasado inalterado del flujo temporal, y debemos admitir que el pasado se interpreta y se resignifica cambiando en función del presente. El tiempo nunca deja de fluir, y en este discurrir, se insertan nuevos acontecimientos, situaciones, hechos... que obran sobre el pasado. A esta construcción significativa del pasado no solo incorporamos acontecimientos de diferentes pretéritos, sino también contemporáneos, adhiriéndole distintos aprendizajes, conocimientos y experiencias vitales. Con todo ello, iniciamos un proceso de comprensión y creación de significado que comporta la apertura de multitud de interpretaciones y resignificaciones.
Todos estos hechos hacen que transformemos nuestra memoria, implicando la elaboración de un nuevo sentido del pasado a la luz de los acontecimientos posteriores, utilizando un discurso que ordena el pasado de forma que quede legitimado al orden social actual...