Psicofarmacología, neurociencias y psicoterapia
Actualización de los principios básicos y usos clínicos de los psicofármacos y otros tratamientos biológicos orientados a la salud mental, así como sus alcances y sus limitaciones, abordando además su relación con los tratamientos psicoterapéuticos. Un correcto equilibrio entre psicoterapia y psicofarmacología es fundamental para un tratamiento eficaz.
Los psicofármacos suelen producir tanto efectos terapéuticos como efectos adversos en los pacientes sometidos a tratamiento, dependiendo tanto unos como otros de la sintomatología, la temporalidad y la profundidad o rraigo del trastorno que se está tratando. Fundamentalmente los efectos adversos vienen de la mano de que no existe ningún psicofármaco que actúe sólamente en un lugar específico y determinado, ya que si bien se busca que interactúen con ciertos receptores celulares, con el objetivo de paliar el síntoma, éstos acaban interfieriendo con muchos otros, causando los llamados efectos secundarios o colaterales. Es en este punto del problema donde la psicoterapia entra en juego y debe ser considerada no solamente como un elemento más del tratamiento, sino como el factor equilibrante del mismo, donde se debe basar el tratamiento, ya que, es la única vía para poder lograr una mejora real sobre el trastorno, en lugar de amortiguarlo temporalmente con métodos paliativos. La búsqueda del equilibrio, bajo el prisma del tratamiento eficicaz, ha de estar por tanto basada en ambas metodologías, donde la terapia busque la mejora y la curación y, donde la psicofarmacología palie los síntomas durante el tratamiento para hacerlo más llevadero y efectivo.