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El Coaching Ejecutivo, actúa sobre los objetivos profesionales del entorno laboral de los individuos, en el cual el cliente junto con su Coach se plantea un plan de acción, para conseguirlo partiendo de la misma dinámica del Coaching. Las áreas de trabajo son tan amplias como la persona misma y su entorno profesional y laboral, dado que el Coaching Ejecutivo trabaja sobre las bases mismas de los objetivos de los individuos y, estos siempre serán diferentes entre unos y otros.
Ejemplos de objetivos profesionales pueden ser los siguientes:
- Promocionarse en el entorno laboral
- Gestionar el tiempo de forma más óptima
- Mejorar el trabajo en equipo
- Delegar de forma óptima y eficiente
- Pensar de forma más creativa
- Mejorar las relaciones con los empleados
- Mejorar las relaciones con el jefe
En la relación de Coaching, el coach ayuda al desarrollo profesional generando responsabilidad, elevando la conciencia y construyendo autoconfianza.
En Vértices Psicólogos, no solo entrenamos a nuestros clientes en sus capacidades profesionales, sino que los acompañarlos en el análisis de situaciones y en el proceso de toma de decisiones, utilizando las técnicas que nos ofrece la Psicología Científica para llegar a las soluciones con mayor beneficio y menos coste para nuestros clientes.
El coaching es una competencia que ayuda a las personas a pensar diferente, a mejorar las comunicaciones que mantienen dentro de su entorno laboral y a profundizar en si mismas. Es el arte de trabajar con los individuos para que obtengan resultados fuera de lo común y mejoren su actuación. Es una actividad que genera nuevas posibilidades para la acción y permite resultados extraordinarios en el desempeño dentro de la empresa. Para que el coaching funcione y alcance sus metas, debe existir una alianza entre coach y cliente, un acuerdo entre las partes, donde se establezcan los objetivos a alcanzar, la forma de llevar adelante el programa, la agenda de trabajo y la evaluación de los resultados que se van alcanzando.
El coaching se puede llevar a cabo mediante contacto directo, teléfono o por e-mail, si bien los tres medios resultan complementarios a la hora de obtener el mejor resultado. El coaching es mucho más que un conjunto de herramientas para la gestión diaria del entorno laboral, es un modo de ser y de hacer cotidianamente, lo que lo convierte en una herramienta básica y esencial en el desarrollo profesional para alcanzar metas.
Los beneficios se hacen visibles y tangibles cuando el cliente descubre talentos que tenia ocultos, profundiza en sus situaciones personales, se lanza a nuevas carreras apasionantes, mejora sus relaciones con el entorno laboral y, se libra de ataduras y lazos que le impiden progresar en su vida profesional.
En el Coaching generalmente se trabaja hacia el futuro que quiere ser diseñado por el cliente modificando el presente, a diferencia de la terapia, que suele empezar por el pasado. La terapia se suele enfocar en lo que está mal mientras el coach se enfoca en lo que se puede mejorar y desarrollar. El Coaching se centra en lo que el cliente desea y es posible para él, no se centra en lo que le pasó. Un coach trabaja exclusivamente en objetivos y metas en los que el cliente está comprometido.
El proceso de Coaching Ejecutivo
En el proceso de coaching intervienen dos participantes; uno es el coach o entrenador, que es la persona que instruye, forma o guía al alumno para que mejore en el desempeño de sus funciones. Este es similar a un mentor o quien transmite el conocimiento. El otro, es el coachee o pupilo, quién recibirá los conocimientos y las competencias que necesita para mejorar en su vida profesional.
El coach se compromete junto a su pupilo en una alianza de colaboración, estableciendo unos objetivos concretos y diseñando un plan de acción que les permita alcanzarlos dentro de los plazos establecidos. Este plan fijará una serie de encuentros entre el coach y el pupilo, que permitan conseguir la finalidad prevista, acompañándolo de un conjunto de actividades destinadas a mejorar aspectos concretos del coachee. En la efectividad del coaching influye en gran medida el tipo de relación que se establezca y se requiere que esté basada en la confianza entre ambos participantes, de este modo el coach puede ser, no solo un director del entrenamiento de su pupilo, sino también un consultor que le ayude a innovar en los procedimientos.
Para mejorar la productividad del proceso, el coach debe tener un conocimiento profundo del puesto de trabajo desarrollado por el coachee y de la forma en que este puesto se relaciona con los objetivos de la organización.
El desarrollo del proceso de coaching sigue básicamente los 5 pasos siguientes:
- Observar - La observación de nuevos puntos de vista va ser fundamental para que el coachee encuentre soluciones y va a permitir al individuo elegir entre las alternativas que tiene a su disposición para alcanzar sus objetivos.
- Toma de conciencia - La observación permite la toma de conciencia sobre nuestro poder de elección. El coach centrará al pupilo en las elecciones que toma y las consecuencias de las mismas, brindándole herramientas concretas para elegir conscientemente y con mayor efectividad.
- Determinación de objetivos - En el proceso de coaching es esencial contar con objetivos claramente definidos, que van a permitir servir de guía para la toma de decisiones y acciones.
- Actuar - Una vez toda la información se encuentra reunida y compartida por el coach y el coachee, hay que actuar de forma sostenida en el tiempo. La función del coach será la de acompañar de cerca este proceso, ayudando a superar las dificultades que aparecen al llevar a la práctica las actuaciones.
- Medir - Durante todo el proceso es imprescindible comprobar si nos acercamos o nos alejamos de los objetivos marcados. Esto permitirá tomar acciones correctivas y así contribuir a la obtención de los logros buscados.