El establecimiento de la psicología científica

Psicología las rozas de madrid

Hoy en día, podemos afirmar sin ningún género de dudas, que la psicología científica fue producto de la interacción filosófica y la fisiología del sistema nervioso, en particular de la sensorial.

Asimismo, se considera a Alemania como su “cuna”, donde se inició a finales del siglo XIX, para abrirse después paso por otros países en el mundo y extenderse por todo el mundo desarrollado como una disciplina científica.

Wundt, Wilhem (Alemania) y la fundación de la psicología científica

La meta de la psicología es el estudio de los "procesos conscientes" o lo que Wundt considera parte de la "experiencia inmediata". Para Wundt, los psicólogos no estudian el mundo exterior per se, estudian los procesos psicológicos por los que experimentamos y observamos el mundo exterior. Además no se pueden separar a sí mismos de sus objetos de estudio ya que estudian sus propios procesos conscientes.

La herramienta de los psicólogos es la autoobservacion experimental o introspección, siendo ésta un proceso rígidamente controlado, que no se limita a autorreportes, sino que comprende medidas objetivas así como tiempos de reacción y asociación de palabras.

Wundt ubica la psicología entre las ciencias físicas y las ciencias naturales; Los métodos experimentales y de investigación semejantes a los de las ciencias físicas para documentar son usados para cuestiones psicológicas como una ciencia inductiva, experimental. La aproximación de Wundt es la de un científico que usa métodos experimentales para estudiar esa vida. Wundt creía que el lenguaje, los mitos, la estética, la religión y las costumbres sociales son reflexiones de nuestros procesos mentales más altos; Para él estos procesos no pueden ser manipulados o controlados, por lo que no es posible estudiarlos de forma experimental, sino mediante los registros históricos y literatura y mediante observaciones naturalistas. Concibe además una tercera rama de la psicología que integra los hallazgos empíricos de ésta, con otras ciencias, las metafísicas científicas. El objetivo de Wundt (expresado en el texto) es el establecimiento de la psicología como una ciencia fundacional, que integre a las ciencias sociales y a las físicas.

Janet, Pierre – Escuela de París

Fue uno de los miembros de la llamada Escuela de París, que siguieron las huellas de Ribot y Charcot. Janet trabaja intensamente sobre la hipnosis como vía de estudio de la “mente subconsciente”, aplicándolo en casos de histeria, anticipándose a Breuer y Freud en el método catártico. Elabora la teoría del automatismo psicológico total o parcial para explicar los comportamientos amnésicos observados en el desdoblamiento de la personalidad. Insiste en la noción de “campo de conciencia” y de su “estrechamiento” en los enfermos a causa de su debilidad psicológica. Divide las neurosis en histerias y picastenias (término creado por él para sustituir el de la neurastenia). Las histerias se caracterizan por el “estrechamiento de la consciencia” y las picastenias por las ideas obsesivas y conductas compulsivas.

Su método (referido en el texto) será la utilización de la sugestión y la hipnósis para buscar y modificar los recuerdos patógenos.

Galton – Escuela Británica

En la psicología inglesa hay que destacar la gran influencia darwiniana (este corto texto lo demuestra) así como la influencia de la psicología filosófica.

Galton manifiesta una preocupación abierta por la heredabilidad de las capacidades humanas y su “poder para producir un linaje de hombres altamente dotados… “.

La eugenesia, disciplina dedicada al perfeccionamiento de la raza mediante el control de la reproducción, surge como consecuencia del clima social de mediados del siglo XIX. Galton intentó defender sus aspectos positivos. Aplicó numerosos test antropométricos para comprobar el efecto de la herencia en los individuos. (Creador Laboratorio Antropométrico de Londres). Introdujo la aplicación de técnicas estadísticas a la psicología. El pensamiento fue también objeto de estudio,  utilizando la “asociación libre” y creando los test de asociación de palabras”. En resumen, fue uno de los pioneros en la psicología mundial y fundador de la tradición psicométrico-diferencial.

James, William – Escuela Americana

Fue el padre de la psicología americana, desarrollando la filosofía del pragmatismo. Parte de la tesis pragmatista de que «la percepción y el pensamiento existen sólo con miras a la conducta». Aplica el principio del funcionalismo a la psicología, cambiándola de su lugar tradicional como rama de la filosofía y situándola entre las ciencias basadas en el método experimental. Al definir la conciencia como “Corriente de pensamiento”, una conciencia que no es capturable, se contrapone a la teoría de Wundt, que la considera como una asociación de unidades o elementos. La conciencia es personal, cambiante, continua (aunque con altibajos como puede ser el sueño) y selectiva. El planteamiento de la conciencia personal le lleva a desarrollar la teoría del Yo.  

Pavlov, Ivan Petrovich – Escuela Rusa

Fisiólogo ruso que nunca llegó a aceptar la psicología como ciencia natural, pero que influyó enormemente en la psicología del siglo XX. Fue el fundador de la psicología experimental rusa. Pavlov no distinguía entre la relación nerviosa temporal de los fisiólogos y las asociaciones de los psicólogos, hecho que permitió cohesionar ambas ciencias mediante un sustrato de funcionamiento neuronal similar. Trabajó sobre el condicionamiento y creía que toda la conducta puede explicarse por el estímulo y la respuesta.

El método utilizado por Pavlov (el texto muestra un breve fragmento) es el de los reflejos condicionados. Estos trabajos de los reflejos condicionados dieron la pauta para generar el modelo actual que explica estas conductas en los niveles celular y molecular.

DIFERENCIAS Y COINCIDENCIAS ENTRE LAS ESCUELAS

La escuela francesa mantiene una postura alejada de la dirección experimentalista de la escuela alemana, así como del asociacionismo  y atomismo de la escuela británica.

Los estudios de la escuela francesa se centran en el individuo y sus procesos psíquicos.

La escuela americana y la escuela alemana definen la conciencia de forma completamente diferente: “corriente de pensamiento” (James) y “conjunto de experiencias vividas por una persona” (Wundt). James estaba convencido de que toda actividad es funcional; aplicando los principios biológicos a la mente, llegó a formular la Teoría Funcionalista de la vida mental y del comportamiento.

Al evolucionismo británico se puede asimilar la psicología experimental alemana. A Wundt (Alemania) se le considera el fundador de la psicología general (mente adulta, normal y generalizada) a Galton (Inglaterra), la fundación de la psicología individual (diferencias individuales en las capacidades humanas). Galton fue el primero en estudiar las diferencias individuales y la elaboración de los tests mentales.
En lo que respecta a los métodos utilizados: la escuela alemana, Wundt, estudia la mente de modo objetivo y científico. Introdujo la medición y el experimento en esta disciplina, que hasta entonces había sido una rama de la filosofía; la escuela francesa, la observación interna y externa, fundamentalmente del método clínico e hipnótico; la escuela americana elige el método experimental y de investigación, coincidiendo en este punto con la escuela alemana; la escuela británica, introduce las técnicas estadísticas aplicadas a la psicología; y finalmente, la escuela rusa, usará el método de los reflejos condicionados.

En definitiva, podemos observar un objetivo común a todas las escuelas que es el de dotar a la psicología de un enfoque científico y experimental, promoviéndola como una ciencia independiente.

HISTORIA DE LA ENFERMEDAD MENTAL. CONCEPTO Y TRATAMIENTO

El  origen de la enfermedad mental tiene que ver con una práctica común en la Grecia antigua, consistente en marcar a los esclavos en un lugar visible para hacerlos reconocibles como individuos inferiores.

La Antigüedad Clásica se daba una explicación de los desórdenes mentales a partir de los trastornos producidos en el cerebro por desequilibrios humorales. Estos cuadros se asociaron con posesión demoníaca, por lo que era imprescindible mantenerse alejados de tales personas.

La Edad Media vio a los enfermos mentales como pecadores, adoradores del demonio que debían «pagar» con sufrimiento su «debilidad» y falta de Fe, persistiendo este tipo de explicaciones hasta finales del siglo XVI.

En los siglos XVII y XVIII los trastornos mentales o emocionales son considerados como un alejamiento voluntario de la razón que debía ser corregido mediante el internamiento y severas medidas disciplinarias. En estos siglos los enfermos mentales son encerrados y apartados de la vida comunitaria. La finalidad de su aislamiento no era su tratamiento sino proteger a la sociedad de aquellos que infringían las normas sociales. El criterio de animalidad marca la locura en el siglo XVIII. Es el grado cero de la naturaleza humana: el loco no es un enfermo, es un animal. Por tanto, la doma y el embrutecimiento son los métodos para su dominación. Las prácticas inhumanas de los internados (latigazos, palizas, encadenamientos, maltratos de toda índole) se justifican por esa libre animalidad de la locura, donde el hombre ya no existe. (Michel Foucault).

En el siglo XIX predominan las explicaciones somáticas de la enfermedad mental; objeto de estudio médico, los desórdenes psicológicos eran considerados como una disfunción cerebral que debía ser objeto de tratamiento moral según los principios establecidos por el psiquiatra francés Philippe Pinel (1745-1826). Una queja se generaliza entre los psiquiatras: se mezcla en el mismo sitio a los locos y a los criminales. Una nueva conciencia de la locura surge de la experiencia del confinamiento. No es una actitud humanitaria hacia los locos lo que hace que se les diferencie dentro de los internados: la mezcla es una injusticia para los otros internos. La locura se individualiza cada vez más. Desde el espacio inicial del medioevo, caótico, donde se mezclaban locos y cuerdos, se han ido produciendo prácticas de separación cada vez más refinadas hacia la locura. Sin embargo, los manicomios de la época eran verdaderos pudrideros de locos. El ambiente reinante, lejos de favorecer la buena evolución de los pacientes, contribuía a su descompensación y a su desorganización.

El siglo XX se caracteriza por la introducción y el desarrollo del psicoanálisis, la expansión de la clasificación nosológica de las enfermedades mentales iniciada por Emil Kraepelin (1856-1926), el desarrollo de la neurología, la fisiología y la bioquímica, bases del desarrollo de la psiquiatría organicista, el auge de la psicofarmacología y, finalmente, el inicio de concepciones psicosociológicas de la salud y la enfermedad mental. En cuanto a la situación actual, aún la palabra enfermo mental, paciente mental, loco, etc., siguen asociándose con la violencia y el crimen, etc. Se ve a estos pacientes como una especie de predadores urbanos, violentos e incontrolables que, aún bajo tratamiento pueden estallar dañando a sus semejantes, juzgándole en muchas ocasiones como irrecuperable, no productivo para la sociedad, culpable por tener esta enfermedad, carentes de motivación o simplemente incapaces de soportar el estrés por un déficit de carácter.

La Federación Mundial de Salud Mental (WFMH) y  la Organización Mundial de la Salud (OMS) trabajan para desmitificar la enfermedad mental, y desde 1992, celebre los 10 de octubre como «Día Mundial de la Salud Mental».