TDAH - el trastorno inadvertido
El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), solía pasar inadvertido durante la infancia y la adolescencia en el pasado, cuando el trastorno no se tenía en cuenta como tal, no se diagnosticaba y muy pocas personas y profesionales de la psicología, la psiquiatría y la medicina estaban al tanto.
En lugar de diagnosticarlo, se tachaba a estos niños y adolescentes como fracasados, inquietos, inadaptados, molestos; apartándolos y excluyéndolos socialmente ya que eran personas que rompían la ortodoxia social y el estándar de comportamiento.
A medida que estas personas iban creciendo y entrando en la edad adulta, aquellos que habían conseguido superar con esfuerzo parte de su trastorno, en soledad y sin ayuda y, lo más complicado, sin saber ellos mismos las razones de por qué eran personas "diferentes", se encantraban que tenían que enfrentarse de nuevo a una serie de retos que, si bien para las personas "normales" eran complicados, para ellos suponían barreras infranqueables, como formar una familia, tener hijos, adquirir una vivienda, conseguir un puesto de trabajo estable, etc.
Hoy en día, no solo el trastorno está identificado, sino que existen muchísimos adultos que han conseguido convivir con él e incluso, en algunos casos, sacarle partido a esa capacidad para estar siempre pensando, creando, indagando. La psicoterapia, enfocada al tratamiento del TDAH en adultos, ha demostrado ser francamente eficaz a la hora de estabilizar, y reenfocar a adultos con TDAH, permitiéndoles lograr cotas superiores de calidad de vida para ellos, sus familias y sus entornos sociales cercanos.