La vulnerabilidad puede conducir al éxito en la vida

Vergüenza las rozas

En nuestra sociedad somos tendentes a esconder nuestra vulnerabilidad y aparentar ser fuertes, comportamiento en el que se nos educa desde temprana edad, al igual que ser confiados. Contrariamente a lo que parece, la vulnerabilidad es nuestra medida más precisa del valor y no es una debilidad.

Cuando somos vulnerables, estamos demostrando a los demás coraje para enfrentar las situaciones adversas, empleando no solo el cerebro racional sino la intuición, aprendiendo a adaptarnos al entorno ajeno. Es por ello que, si tenemos miedo a ser vulnerables, estamos temiendo a visir en su más pura esencia.

Muchas personas tienen el origen de su vulnerabilidad en el sentido de la vergüenza, al temer expresarse como es uno mismo y, por ello, quedar expuestos a la crítica. Carl Jung, si recordamos,  llama vergüenza a "la zona pantanosa del alma." La vergüenza nos inclina a pensar que no somos lo suficientemente buenos para algo o que hemos obrado mal. La autoexpresión y la vergüenza, junto con la vulnerabilidad, están relacionadas con la cultura y la perspectiva en nuestra mente, por lo que creo que muchas personas poseen dificultades reales para hacer frente a la raíz de estos problemas.

Cambiar nuestra evolución cultural, cambiando nuestra forma de pensar e imagen sobre la vergüenza y la vulnerabilidad, podría cambiar nuestra percepción y nuestro enfoque, motivándonos a movernos hacia el éxito y el logro en nuestras relaciones personales y los negocios.

Imaginemos un ejemplo, en el que somos adictos a las drogas, dentro de la cultura actual, en la que nadie de avergüenza de serlo, pero sí de manifestar que se necesita ayuda, con el riesgo de ser expuestos públicamente y enjuiciados. Cuando enfrentamos la vergüenza de reconocerlo, estamos siendeo valientes y tomando el control de nuestra vida. La vulnerabilidad nos va a permitir afrontar el golpe y después establecer un camino para recuperarnos.

La vida nos ofrece garantías. La oportunidad de lucha que tenemos a la vida no sólo sobrevivir, sino prosperar durante nuestra vida, es de entender que nuestro pensamiento cultural en torno a la vergüenza y la vulnerabilidad no es un obstáculo.

Una vez reconozcamos que no hay vergüenza en pedir ayuda y que nuestros defectos no significan que hay algo mal en nosotros, podemos realmente empezar a cambiar nuestra percepción y por lo tanto cambiar nuestras vidas hacia un enfoque más saludable.