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El tratamiento de los problemas de origen psicológico y de conducta, tanto en adultos como en niños y adolescentes, en el propio domicilio tiene numerosas ventajas. De esta forma, la consulta se desarrolla con mayor comodidad, sin tiempos de espera y con la máxima discreción.
Especialmente enfocado en el trabajo con niños, el entorno del hogar permite observar y tratar muchos aspectos que en la consulta podrían pasarse por alto, al realizarse en un ambiente no natural ni habitual. Ademas, existen trastornos en los que alguna de sus caracterìsticas es la dificultad que tienen las personas para desplazarse, salir a la calle, relacionarse o viajar; por lo que un psicólogo a domicilio les permite acceder a una terapia psicológica de forma más sencilla y descomplicada.
El coste de las distintas etapas del proceso se acuerda conjuntamente con el paciente o, los progenitores en el caso de niños y adolescentes, dependiendo de la localidad, tipo de problemática y duración de la etapa de diagnóstico y toma de datos.
Como trabajamos en el domicilio
Enfoque con niños
Un miembro del equipo de Vértices Psicólogos se desplazará a su domicilio y, tras una primera entrevista, estudiará el caso en directo permaneciendo en su domicilio el tiempo necesario para evaluar el problema, observando la conducta del niño o la niña, analizando como actúa y como responden los adultos ante su comportamiento. Este periodo de estudio y evaluación se complementará con unos registros de conducta que los padres deben cumplimentar. Posteriormente, se darán las orientaciones en cuanto al diagnóstico y el tratamiento a seguir más adecuado.
Los tratamientos aplicados, consisten en técnicas de modificación de conducta, enfocadas y adecuadas para el caso en cuestión y, aplicadas por los padres, bajo la supervisión del psicólogo, que sigue acudiendo al domicilio al objeto de que los padres consigan dominar las habilidades de control y modificación de la conducta. En otros casos, como por ejemplo, en las fobias, el psicólogo aplica directamente el tratamiento, con la colaboración de los padres que actuan de coterapeútas.
Si durante el período de observación se detectara que el niño o la niña, pudieran sufrir un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el psicólogo realizará las pruebas y evaluaciones previas de diagnóstico. Una vez se confirmara el diagnóstico, el terapeuta diseñará el tratamiento específico en coordinación con el psiquiatra o neurólogo, adaptado a las características individuales del niño, como el sexo o la edad, y a agentes externos como el entorno familiar y social. En este sentido, el tratamiento multimodal, de valoraciones conjuntas de profesionales, padres y profesores, es el que ofrece mejores resultados. Esto supone coordinar simultáneamente tratamientos de tipo farmacológico, psicológico y psicopedagógico.
Asimismo, en Vértices Psicólogos proporcionamos servicios de Apoyo Psicoeducativo a Domicilio, donde se implementan programas que proporcionan herramientas, habilidades y recursos, para comprender cada etapa evolutiva y prevenir de forma eficaz y positivamente, los conflictos que puedan aparecer, así como mejorar la relación y comunicación entre ellos desde una perspectiva integral.
Enfoque con adultos
El proceso con adultos, a diferencia de con niños y adolescentes, se desarrolla en cuatro etapas, Evaluación, Hipótesis, Tratamiento y Seguimiento.
Durante la etapa de Evaluación, el psicólogo se encarga de recabar lainformación necesaria sobre el problema. Es necesario saber con detalle todo lo relacionado con éste para averiguar el origen y el por qué se mantiene en el tiempo. Sólo así se puede diseñar un plan de tratamiento adecuado para cada caso específico.
Durante la etapa de Hipótesis, una vez realizada la evaluación, el psicólogo puede identificar qué es lo que sucede, por qué ocurre, qué ha llevado a la persona a este punto y qué hay de hacer para lograr el cambio deseado. En esta fase se explica toda la información obtenida durante la fase anterior y se propone una solución (aunque desde la primera sesión y siempre que sea posible, se intenta dar alguna pauta para iniciar el proceso de mejora).
Durante la etapa de Tratamiento es cuando se van aplicando las distintas técnicas de intervención psicológica. Esta es la etapa más larga de todas, pero es con la que realmente se van consiguiendo los cambios buscados. La duración de esta etapa depende esencialmente del tipo de problema, de la gravedad del mismo y de la motivación que tenga el paciente por superarlo.
Por último, durante la etapa de Seguimiento, una vez aplicado todo el proceso terapéutico, las consultas serán cada vez más espaciadas ya que, el problema ha sido resuelto con éxito y únicamente se deberán aprender ciertas pautas para poder hacer frente a posibles dificultades futuras. Lo que se busca con esta etapa es conseguir que, el bienestar alcanzado durante la terapia, sea permanente y no se produzcan recaídas. Progresivamente se irán distanciando cada vez más las sesiones, hasta reducirlas a simples llamadas telefónicas para confirmar el estado anímico y emocional del paciente.