Este tipo de trastorno, prolongado en la adolescencia y edad adulta, si bien puede amortiguarse con el propio esfuerzo del adolescente o adulto a medida que madura y es reflexivo de su situación diferente, puede convertirse en causa de rechazo social, fracaso profesional, adicciones y problemas familiares.
Estudios de imágenes cerebrales han revelado que, en los jóvenes con TDAH, el cerebro madura en un patrón normal, pero se retrasa, en promedio, alrededor 3 años. El retraso es más pronunciado en las regiones del cerebro involucradas en el pensamiento, prestar atención y planificación. Estudios más recientes han encontrado que la capa más externa del cerebro, la corteza, muestra retraso en la maduración general y, una de las estructuras del cerebro importantes para establecer una comunicación adecuada entre los dos hemisferios, muestra un crecimiento anormal. Estos retrasos y anomalías, pueden explicar los síntomas característicos del TDAH y ayudan a explicar cómo se desarrolla el trastorno.
Un adecuado tratamiento, combinando medicación y psicoterapia puede paliar y aliviar muchos de los síntomas del TDAH, pero actualmente no existe cura para el trastorno y, se hace necesario prolongar el tratamiento, en especial la psicoterapia, durante toda la vida del paciente, si bien, una vez se va logrando desarrollar en el paciente las habilidades de control y la reflexión profunda sobre su situación, las visitas al psicoterapeuta pueden espaciarse más en el tiempo, buscando más que una terapia continuada, un mantenimiento de los avances logrados.
Con tratamiento, la mayoría de las personas con TDAH pueden tener éxito en el colegio, la formación profesional y la universidad y, llevar una vida productiva y “normal”. Con el tiempo, los investigadores están desarrollando tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos más eficaces, así como el uso de nuevas herramientas como las imágenes de resonancia y contraste del cerebro, para entender mejor el TDAH y encontrar formas más eficaces de tratarlo y prevenirlo.
¿Cuáles son los síntomas de TDAH en los niños?
La falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad, son los principales comportamientos de los afectados por TDAH, ya sean estos niños, adolescentes o adultos. Es normal que todos los niños, en ocasiones posean algo de desatención, hiperactividad o impulsividad, como niños que son, pero para los niños con TDAH, estos comportamientos son más graves y se producen más a menudo. Para que el trastorno sea correctamente diagnosticado, el niño debe tener 6 años o más, manifestar los síntomas durante 6 o más meses y en un grado mayor que otros niños de la misma edad.
Los niños que tienen síntomas de falta de atención generalmente muestran las siguientes sintomatologías:
- Se distraen fácilmente, pierde detalles, se olvidan de las cosas y, con frecuencia cambian de una actividad a otra
- Tiene dificultad para centrarse en una cosa
- Se aburren de realizar una atarea cuando solo llevan unos minutos, a menos que estén haciendo algo que les guste
- Tienen dificultad para centrar la atención en la realización u organización de una tarea o aprender algo nuevo
- No parecen escuchar cuando se les habla
- Sueñan despiertos y se les va la cabeza y se confunden fácilmente
- Tienen dificultades para procesar la información con la rapidez y precisión de los demás de su entorno y edad
- Cuestiona y se niega a las instrucciones
De igual forma, los niños que poseen síntomas de hiperactividad suelen tener los siguientes comportamientos:
- Se retuercen en los asientos y cambian constantemente de postura
- Hablan sin parar
- Tocan, juegan y enredan con todo lo que tienen a la vista
- Tienen problemas para permanecer sentados durante la cena, en el colegio y tumbados a la hora de acostarse
- Están en constante movimiento
- Tienen dificultades para hacer tareas o actividades tranquilas
Asimismo, los niños que presentan síntomas de impulsividad suelen mostrar el siguiente comportamiento:
- Son muy impacientes
- Dejar escapar comentarios inapropiados, muestran sus emociones sin freno y actúan sin tener en cuenta las consecuencias
- Tienen dificultad para esperar cosas que desean o esperar su turno en los juegos
- A menudo interrumpen conversaciones o actividades de los demás
¿Qué causa el TDAH?
Los científicos no están seguros de cuál es la causa raíz del TDAH, aunque muchos estudios sugieren que los genes juegan un papel importante. Al igual que muchas otras enfermedades, el TDAH es probablemente el resultado de una combinación de factores. Además de la genética, los investigadores están estudiando los posibles factores ambientales, y están estudiando cómo las lesiones cerebrales, la nutrición y el entorno social pueden contribuir al desarrollo del TDAH.
Factores genéticos
Heredado de nuestros padres, los genes son el "diseño" de quiénes somos. Los resultados de varios estudios internacionales de gemelos muestran que el TDAH a menudo se da de forma generalizada en las familias. Los investigadores están estudiando varios genes que pueden hacer que las personas más propensas a desarrollar este trastorno. Conocer los genes implicados, podrán algún día ayudar a los investigadores a evitar el trastorno antes de desarrollar los síntomas. El aprendizaje acerca de los genes específicos que participan en el desarrollo y herencia del TDAH, también podría conducir a mejores tratamientos, especialmente los farmacológicos.
Un estudio realizado a niños con TDAH, ha demostrado que aquellos que llevan una versión particular de un determinado gen, tienen más delgada la zona de tejido cerebral en las áreas del cerebro asociadas con la atención. Esta investigación mostró que la diferencia no era permanente, sin embargo, como los niños con este gen crecieron, en algunos de ellos el cerebro desarrolló un nivel normal de grosor y, fue en aquellos donde los síntomas de TDAH mejoraron con la edad.
Los investigadores están también estudiando las variaciones genéticas que pueden o no ser heredadas, tales como las duplicaciones de un segmento de ADN. Estas variaciones del número de copia, pueden incluir muchos genes. Algunas variaciones ocurren más frecuentemente en las personas con TDAH que en las personasno afectadas por el trastorno, lo que sugiere un posible papel en el desarrollo del mismo.
Factores ambientales
Los estudios realizados sugieren un posible vínculo entre el tabaquismo y el consumo de alcohol durante el embarazo y el TDAH infantil. De igual forma, los niños preescolares que están expuestos a altos niveles de plomo (por ejemplo el contenido en algunas pinturas), tienen un mayor riesgo de desarrollar TDAH.
Lesiones cerebrales
Los niños que han sufrido una lesión cerebral pueden mostrar algunos comportamientos similares a los del TDAH. Sin embargo, sólo un pequeño porcentaje de los niños con TDAH han sufrido una lesión cerebral traumática.
Ingesta de azúcar
La idea de que el azúcar refinado causa el TDAH o empeora los síntomas es muy popular, pero no existe ningún estudio serio que la soporte. Durante una investigación, se le suministró a los niños los alimentos que contenían azúcar y un sustituto de azúcar, cada dos días. Los niños que recibieron el azúcar no mostraron comportamientos diferentes en el aprendizaje, de aquellos que recibieron el sustituto del azúcar. Otro estudio en el cual los niños recibieron cantidades más altas que la media de los sustitutos del azúcar o de azúcar mostró resultados similares, concluyendo que, la mayor o menor ingesta de azúcar no era determinante a ala hora de desarrollar comportamientos TDAH.
Aditivos alimentarios
En la actualidad, no existe una investigación que muestre que los colorantes artificiales causan o pueden causar el TDAH. Sin embargo, un pequeño número de niños con TDAH puede ser sensible a los colorantes de alimentarios, sabores artificiales, conservantes y otros aditivos alimentarios. Se ha demostrado que aquellos niños con una dieta sin aditivos, experimentan menos síntomas de TDAH en una dieta con aditivos.
¿Cómo se diagnostica el TDAH?
Los niños maduran a ritmos diferentes y poseen diferentes personalidades, temperamentos y niveles de energía. La mayoría de los niños se distraen, actúan impulsivamente y luchan para concentrarse en un momento u otro. En ocasiones, estos factores normales pueden confundirse con TDAH. Los síntomas del TDAH suelen aparecer a edad temprana, a menudo entre las edades de 3 y 6 años y, debido a que los síntomas varían de una persona a otra, el trastorno puede ser difícil de diagnosticar. Los padres pueden percibir que su hijo pierde interés en las cosas antes que los otros niños, o parece constantemente distraído o fuera de control. A menudo, los profesores perciben los primeros síntomas cuando un niño tiene problemas para seguir las reglas en clase, o con frecuencia sufre de desconexiones y se queda en blanco o perdido.
Ninguna prueba puede diagnosticar médicamente que un niño posee un trastorno de TDAH. En su lugar, el psicoterapeuta necesita recopilar información sobre el niño y su comportamiento, así como el medio ambiente en el que se desenvuelve. Lo normal es que los padres le cuenten estos síntomas al pediatra, en primera instancia y, este les remita a un especialista en salud mental, psicólogo o psicoterapeuta, con experiencia en trastornos cerebrales infantiles como el TDAH.
El pediatra o especialista en salud mental, en primera instancia, intentarán descartar otras posibilidades para los síntomas descritos por los padres. Por ejemplo, ciertas situaciones, eventos o estados de salud pueden producir comportamientos temporales de un niño que son similares al TDAH.
El pediatra o el especialista en salud mental, comprobarán en primera instancia si el niño:
- Está experimentando convulsiones no detectadas que podrían estar asociadas con otras enfermedades
- Tiene una infección del oído medio que causa los problemas auditivos
- Tiene problemas de audición o de visión no detectados
- Tiene algún problema de salud que afecta el pensamiento y el comportamiento
- Tiene alguna discapacidad de aprendizaje
- Tiene ansiedad o la depresión u otros problemas psiquiátricos que pueden causar síntomas como el TDAH
- Se ha visto afectado por un cambio significativo y repentino, como la muerte de un miembro de la familia, un divorcio o la pérdida del trabajo de los padres.
El especialista también comprobará el colegio o la escuela y los registros médicos, en busca de pistas para ver si la configuración del colegio o del hogar del niño se manifiestan inusualmente estresantes o interrumpidos y, recogerá información de los padres y los profesores del niño. Los entrenadores, niñeras y otros adultos que conozcan bien al niño también pueden ser consultados, para realizar un diagnóstico de 360 grados.
El especialista en salud mental, también le preguntará e indagará lo siguiente, ajustando la intensidad del síntoma:
- ¿Son los comportamientos excesivos y afectan a todos los aspectos de la vida del niño?
- ¿Son más frecuentes en este niño en comparación con los compañeros de colegio o juegos?
- ¿Son las conductas un problema continuado o una respuesta a una situación temporal?
- ¿Los comportamientos se producen en varios escenarios o sólo en un lugar, como la zona de juegos, la clase, o en la casa?
El especialista prestará mucha atención a la conducta del niño en diferentes situaciones. La mayoría de los niños con TDAH, son más capaces de controlar sus comportamientos en situaciones en las que están recibiendo atención individual, que cuando están libres para centrarse en actividades agradables. Este tipo de situaciones son menos importantes en la evaluación. Un niño también puede ser evaluado para ver cómo él o ella actua en situaciones sociales y, se pueden realizar pruebas y tests de capacidad intelectual y del rendimiento académico, para ver si él o ella tiene una discapacidad de aprendizaje.
Finalmente, después de reunir toda esta información, el psicólogo o psicoterapeuta realizará un análisis en profundidad para determinar si el niño cumple con los criterios para el diagnóstico positivo de TDAH.
¿Cómo se trata el TDAH?
Los tratamientos actualmente disponibles tienen por objeto reducir los síntomas del TDAH y mejorar el funcionamiento cotidiano del niño, adolescente o adulto. Los tratamientos incluyen medicamentos, diferentes tipos de psicoterapia, la educación y la formación, así como una combinación de tratamientos.
En nuestros centros y consultas de Vértices Psicólogos de Madrid y de la Zona Noroeste de Madrid (A6), en Las Rozas, Torrelodones, Majadahonda, Boadilla, Villalba, Pozuelo, El Escorial y Galapagar, contamos con especialistas de larga experiencia psicoterapéutica en el diagnóstico y tratamiento del TDAH infantil, adolescente y adulto, ayudando a los pacientes a entender su trastorno, desarrollar pautas de conducta y controlar sus comportamientos, así como generar las herramientas necesarias para una autogestión del trastorno, de forma que puedan desarrollar una vida plena y normal integrados perfectamente en su grupo social, familiar y escolar o laboral.