Eliminando la dependencia psicológica del tabaco, los fumadores salen de la consulta sin ganas de fumar y completamente convencidos de que no están realizando un sacrificio. El objetivo de las sesiones no persigue solamente que los fumadores se deshabitúen, sino lo que es mucho más importante, que no se pasen el resto de su vida sufriendo por encender un cigarrillo.

La psicoterapia combinada con hipnosis posee ventajas, frente a las pastillas, los medicamentos, los parches o los chicles de nicotina, al no producir efectos secundarios y al no ser un "sustititivo" que puede crear a su vez dependencia.

Durante las sesiones que impartimos, no se habla de los daños que provoca el tabaco ni se muestran fotografías espantosas, no hace falta repetirle a los fumadores lo que ellos ya saben, la terapia se centra y enfoca en explicarles por qué, a pesar de que ya conocen que es malo e insano, continúan fumando y por qué en ocasiones anteriores han intentado dejar de fumar y no lo han conseguido, recayendo posteriormente en el hábito.

Durante el tratamiento, a los fumadores se les permite fumar hasta que, en la última sesión, el terapeuta les pide que enciendan su último cigarro y, llegados a este punto, la mayoría de los fumadores ya no desean encender ese último cigarro, dando por concluido el tratamiento. Para aquellos casos en los que el hábito se encuentra extremadamente arraigado, la terapia se complementa con sesiones de refuerzo on-line.

Aprender a no fumar

La técnica terapéutica de Vértices Psicólogos enseña a como "aprender a no fumar". Buscamos que los fumadores aprendan técnicas y habilidades que les permitan poder ser un no fumador el resto de su vida, independintemente del grado de adicción y de la edad del paciente. Cuando nuestros pacientes aprenden a no funar, aprenden a manejar correctamente situaciones conflictivas o de stress, conflictos en el trabajo o con la pareja y, como consecuencia las recaídas son mínimas.

dejar de fumar Majadahonda

Entre las técnicas psicológicas utilizadas se encuentra la reducción gradual de la nicotina y alquitrán, a través de la cual y, de forma progresiva, cada vez se va fumando menos para que el día en el que la persona tenga que dejar de fumar y, se les pida que enciendan su último cigarrillo, se enfrente a un síndrome de abstinencia menor.

Asimismo, se enseñan técnicas de relajación para que los pacientes puedan afrontar situaciones tensas o conflictivas, técnicas de autocontrol mental, técnicas para detener el pensamiento obsesivo y técnicas de solución de problemas. Además, se enseña a prevenir las recaídas para que cuando se presente esa situación, la persona disponga de técnicas, habilidades y fuerzas para decir "no, ya no fumo".