La paradoja del autocontrol

Domingo, 15 de Marzo de 2015
Terapia de pareja las rozas

Hoy en día, las parejas y matrimonios suelen ir de compras juntos, tomar decisiones financieras conjuntas y decidir sobre como emplear los momentos de ocio. Acompasando este hecho, las empresas diseñan sus programas de afiliación, líneas telefónicas y tarjetas de crédito con este objetivo de cliente compartido. La revista norteamericana “Journal of Consumer Research”, ha publicado un estudio, basándose en este modo de comportamiento de pareja, donde muestra cómo una pareja puede tener éxito o fracasar en este tipo de tareas conjuntas, dependiendo de sus niveles individuales de autocontrol.

Los autores del estudio, Hristina Dzhogleva (Boston College) y Cait Poynor Lamberton (Universidad de Pittsburgh), estudiaron y analizaron las decisiones de autocontrol y del rol establecido en las elecciones conjuntas realizadas por las parejas seleccionadas, perteneciendo estas, dentro de las muestras del estudio, tanto al mundo real como al entorno universitario.

Los autores observaron que cuando las dos personas en una relación tienen altos niveles de autocontrol, son en mayor medida capaces de ahorrar más dinero, comprar alimentos más sanos y se involucran en las tareas más tiempo que en una relación en la que ambos miembros tienen bajos niveles de autocontrol.

Curiosamente, cuando una persona en una relación tiene un alto nivel de autocontrol y el otro tiene un nivel bajo, la pareja generalmente toma decisiones en conjunto similares a aquellas parejas en las que ambos componentes tienen un nivel bajo de autocontrol. Los investigadores atribuyen este patrón de comportamiento a la idea de que, las personas con altos niveles de autocontrol tienden más a valorar el hecho de querer conservar la relación. Dicho de otro modo, la conservación de la relación y armonía en la pareja es más importante que la imposición de sus propias ideas individuales.

Estos resultados poseen condicionamientos útiles y reales para industrias como la banca y las inversiones. Por ejemplo, cuando se trabaja con parejas de autocontrol mixto, los asesores financieros pueden adaptar mejor sus servicios al ceder el control de las decisiones sobre, por ejemplo, planes de pensiones, al cónyuge con menor autocontrol en lugar de fomentar la toma de decisiones conjunta.

Este hallazgo resultará, en primera instancia, sorprendente a aquellas personas que erróneamente creen que la toma de decisiones conjunta con el otro miembro de la pareja, si éste posee más autocontrol,  les permitirá moderar y modular su impulsividad y evitar decisiones erróneas; es decir, el autocontrol “no se puede subcontratar” al cónyuge.

Fuente: Journal of Consumer Research, Inc.