Adicción al teléfono móvil o Nomofóbia | Intereconomía TV
A diario, se envían millones de SMS y Watsup en el mundo entero, por todos los lugares se oyen sonidos de timbres y melodías de forma contínua y, casi en cualquier lugar: restaurantes, la cola del supermercado, el instituto, el parque, etc. y vemos muchas personas pulsando compulsivamente la pantalla de su amado móvil para poder estar continuamente comunicado. Se puede interactuar también con tabletas y relojes smart.
De igual forma a como se produce en otro tipo de adicciones, el uso del móvil se convierte en adictivo, cuando pasa a ser una conducta repetitiva que nos produce un placer inusual. Se ha venido a llamar “Telefonitis” vulgarmente, o "Nomofobia" técnicamente y, es un impulso que no podemos controlar, ya sea para hablar o chatear, durante el día o la noche y en cualquier lugar y circusntancia en la que estemos.
Hoy en día ya se está hablando en los círculos científicos, de que las nuevas tecnologías han pasado a formar parte de las denominadas adicciones psicológicas o adicciones sin drogas.
Según los expertos, la adicción al móvil la sufren 1 de cada 1.000 personas que utilizan este tipod e dispositivos, y está afectando principalmente a jóvenes y adolescentes, donde los mecanismos de control del deseo no están lo suficientemente maduros todavía. Es por esta razón, por la que es importante que, todos y cada uno de los usuarios, conozcan qué es esto de la adicción al teléfono móvil, y como poder evitarla o controlarla, sin la necesidad de intervención de un psicólogo o terapueta profesional.
A diferencia de otras adicciones, como el alcoholismo o la adicción al juego (ludopatía), etc. la edad a la que comienza esta adicción es muy baja, desde los once o doce años, pues hoy en día es muy fácil el disponer de un móvil, de hecho, las últimas estadísticas apuntan a que hay en España ya más móviles que ciudadanos censados. Existen incluso móviles especialmente diseñados para los niños con dibujitos y aplicaciones precargadas para ellos y, además algunos padres se suelen sentir más seguros de que su niño/a tenga un móvil para que pueda llamar ante cualquier urgencia.